"Todos en algún momento de nuestra vida, tenemos que demostrar nuestro poder de cara a situaciones o a otras personas. Es entonces cuando el Emperador surge de nuestras entrañas, enseñándonos a ser autoritarios, sólidos, estables, a saber qué es lo que queremos y luchar por ello. Siempre que gocemos de esta autoridad de manera ordenada, podremos conseguir cosas buenas para nosotros y para los demás, pero corremos el riesgo de caer en los extremos (nunca buenos) y ser demasiado autoritarios cuando la situación no lo requiere. Por ello, hemos de buscar también la estabilidad que esta carta confiere, pues ésta es la que nos brindará protección, orden y acabará enriqueciéndonos."
Namasté.