Hace casi un año que no publico nada. Tal vez haya pasado un año cuando publique este artículo. Mi vida ha cambiado tanto en este año que no sabría decir con palabras por todo lo que he pasado, todo lo que he sentido, todo lo que he vivido. Aunque más que complicado, es sencillo.
Es sencillo porque es algo tan simple como que todas las palabras que antes llegaban a mí ya no llegan.
He cambiado. He pasado por un proceso de transformación que ha durado más de un año. Quizás dos, no lo sé, no estoy segura. He bajado al fondo de mi alma, al fondo del infierno (aunque yo no creo en el infierno, pero creo que es la palabra que mejor expresa lo que quiero decir) y me he quedado allí una temporada. Una larga temporada. Mi cuerpo ha cambiado también. Pese a haber intentado mejorarlo (ejem) no lo he conseguido tanto como me hubiera gustado. Supongo que el estar enferma cada dos por tres no ayuda mucho, aunque tengo una teoría sobre ello. Por suerte nada grave, sólo resfriados, gripes y dolores menstruales. ¿Mi cuerpo purificándose?
Comienzo a sentirme feliz de nuevo. ¿Sabías que sabía dibujar mejor de lo que yo sabía que sabía dibujar? (menudo trabalenguas... intenta decirlo muy rápido jaja) Un día me sorprendí dibujando mucho mejor de lo que había dibujado el día anterior. También tengo una teoría sobre ello. Pero no la voy a contar. O sí, no lo sé, supongo que forma parte de mi transformación. Una transformación al principio forzada, forzada desde el principio hasta el final. Me hicieron un trabajo. Sin mi permiso. Me han hecho mucho daño con ello. Pero dibujo mejor desde entonces (siempre busco el lado positivo a todo aunque sea algo que me horrorice). Me he sentido violada, me he sentido atacada por ello. Durante mucho tiempo. Durante un tiempo que necesitaba invertir en otras cosas. Que necesitaba vivir de otra manera.
Me he sentido muy sola durante este año. (Aunque he conocido gente maravillosa este año, todavía no he encontrado la suficiente confianza en mí misma como para abrirme del todo a ellxs...) Y supongo que me he sentido sola porque nadie se ha dado cuenta de lo sola que me sentía o de lo sola que he estado. Me paso muchas horas sola, cosa que no me importa, e incluso me agrada, pero a veces la soledad no es agradable y te hace pensar demasiado... Quizás he perdido amistades por orgullo. Por no ser capaz de decir, "oye, que no estoy bien, que me encuentro sola, que las cosas son difíciles y me está costando remontar" por no ser capaz de llamar por haberme prometido hace muchos años que si no me llamaban yo tampoco llamaría... y aferrarme a ese absurdo. No lo sé.
Ahora estoy mejor. Lo prometo. Y si mis palabras parecen tristes, es porque lo son. No hay más. Todavía no he reunido la suficiente fortaleza como para erigir de mis cenizas. Pero lo haré. Porque soy una mujer fuerte y valiente. Porque no hay magia suficiente en el mundo como para derrotarme.